Hoy escribo mi último artículo del año. Por estas fechas siempre escribo sobre un personaje de la mitología popular catalana, y me consta que también existe en otros sitios, es “l’home dels nassos” (“el hombre de las narices”).

L’Home dels Nassos de Barcelona y su comitiva.

Recuerdo que cada 31 de diciembre, cuando era pequeña, mi padre me decía que era el día de encontrarnos el home dels nassos por la calle. Que no era más que un hombre que tenía tantas narices como días tenía el año.

Yo, de pequeña, iba algo asustada esperando ver un hombre con una cara llena de narices. Recuerdo que agarraba muy fuerte la mano de mi padre, temerosa de reconocer ese misterioso personaje que no había llegado a ver nunca, todavía.

Mi padre me avisaba y me decía: “¡Mira, ahora mismo acaba de pasar por tu lado!”, yo me daba la vuelta enseguida, pero no llegaba a tiempo de verlo; lo que sí veía era esa sonrisa picarona de mi padre mientras me miraba.

Un día, mi papá me dijo que tenía delante de mí al “home dels nassos”: el hombre que tenía tantas narices como días le quedaban al año, es decir, una.

Así es que, el día 31, cuando salgáis a la calle poned mucha atención y buscad al “home dels nassos”.

Este artículo es un homenaje a mi querido padre, Lluís Recasens (1925-2007).

6 Responses

  1. Janet com he recordat aquesta bonica història gràcies per fer-me petita durant uns moments una forta abraçada

    • Moltíssimes gràcies, estimada Lluïsa.
      És molt bonic tornar a connectar amb la nostra infantesa.
      Molts petons, bonica.

    • Hola Janet, que historia mas entrañable, a mi tambien me lo contaban de pequeña.
      Un bonito recuerdo de tu querido papá.
      Feliz Año guapisima.

  2. Janet, me has recordado uno de los momentos más emocionantes de mi infancia. La única diferencia es que nosotros celebrábamos el 30 de diciembre la llegada del «hombre de los ojos» y mi hermano y yo pasábamos horas enteras amorrados al cristal de la ventana para verlo pasar.

    • Muchas gracias por tu comentario, Clara. No conocía la celebración de la llegada del «hombre de los ojos»; pero por lo que veo, tu hermano y tu os sorprendíais tanto como yo.
      Un afectuoso abrazo y Feliz Año Nuevo.

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