
Porque estoy bien conmigo mismo,
no necesito la aprobación de los demás.
Lao Tzu
¿Te has dicho o te dices frases del tipo: “no puedo con ello”; “no lo superaré”, “no sé decir no”; “ellas pueden, pero yo ni en sueños”; etc?
Estas frases surgen de las creencias limitantes que te fueron implantando desde la infancia y que ahora afloran en forma de miedo o de tijeras que recortan tus ilusiones o tus aspiraciones.
Empezar a apartarlas de tu mente, te irá acercando a una vida más respetuosa hacia ti y comenzarás a dar pasos hacia un futuro mejor.
Qué puedes hacer cuando descubres que te hablas mal
Lo primero que hice cuando me di cuenta de cómo me hablaba fue adoptar la palabra “STOP”. Cada vez que te des cuenta de que te dices alguna frase como las que te he comentado al principio o te criticas o incluso te riñes; di: “STOP”; seguidamente pídete perdón y te dices: “perdona, no te lo quería decir” y te das un beso.
La práctica continuada de esto logra que, progresivamente, cada vez empieces a criticarte menos, con lo cual cada vez te respetarás más, sentirás más amor y consideración hacia ti y, en consecuencia, hacia los demás.
Además, te lo digo por experiencia, esta práctica va logrando que cada vez te vayas sintiendo mejor contigo misma y que disfrutes más de la relación contigo.
El poder de tu estado de ánimo en tu salud física y emocional
Párate unos instantes y reflexiona sobre cómo son la mayoría de tus pensamientos; o dicho de otra manera: ¿Cómo es tu diálogo interno? Normalmente, ¿contiene mensajes negativos o positivos? ¿Qué te dices a ti misma?
Nuestro diálogo interno, tanto si es positivo como negativo, tiene una influencia directa en nuestro estado de ánimo y el estado de ánimo tiene la fuerza de alterar el comportamiento de nuestro cuerpo, y esto incluye al cerebro y a todos los órganos vitales.
Si tu diálogo interno es positivo desemboca en un estado de ánimo positivo y éste favorece tu bienestar físico y emocional; y, naturalmente, a la inversa; cuando tu estado de ánimo es negativo, perjudica notablemente tu bienestar físico y emocional con todo lo que esto comporta para tu cuerpo y para ti.
La RUEDA DE LA VIDA, una sencilla y potente herramienta de coaching
Naturalmente tú ya sabes cómo va tu vida porque la ves reflejada en cada aspecto de la misma, pero resulta de gran utilidad sentarse y poner esto por escrito, hacerlo, supone una dosis de realidad que te puede gustar más o menos, pero que tenerla delante te permite empezar a planear qué puedes hacer para mejorar aquellas áreas que no van del todo bien.
En coaching utilizamos una herramienta conocida como la rueda de la vida. Tal y como su nombre indica consiste en una circunferencia dividida en secciones de temas que están directamente relacionados con tu vida.
Cada sección está dividida en 10 líneas numeradas del 1 al 10 que te van a permitir puntuar cada aspecto de tu vida según los estés viviendo en estos momentos.
Se trata de poner un punto en cada valor para luego unirlos formando, así, una figura geométrica, tal y cómo ves en la fotografía siguiente:

Agradezco a Laia Sánchez Muro la realización de las ilustraciones de las ruedas de la vida de mis artículos.
Si quieres saber más sobre lo que esta herramienta puede hacer por ti y cómo utilizarla paso a paso, visita el artículo La rueda de la vida.
Cómo están las distintas áreas de tu vida
Valora las áreas de tu vida que sean importantes para ti. Puntúalas del 1 al 10 y aquellas que obtengan una puntuación máxima de 6, son las que necesitan una atención especial por tu parte.
Estas áreas que has puntuado de 6 para abajo están diciendo cosas de ti.
Estudia ¿qué te dices a ti misma? ¿qué piensas sobre ti? ¿cómo te hablas?
Y, sobre todo, escribe en qué situación te encuentras respecto a ellas y cómo te gustaría que estuvieran en un futuro. Para empezar a prosperar en las distintas áreas de tu vida es urgente que empieces a tomar consciencia y comiences a tratarte mejor.
¿Cómo dejar de criticarte y empezar a valorarte?
- Observa cómo te hablas, empieza a tomar consciencia de cómo te tratas y enfócate en adoptar nuevas palabras y maneras de tratarte que te sean favorables.
Al principio te puede resultar difícil, pero como todo, es cuestión de práctica y pronto verás como tu realidad se va transformando.
Ten en cuenta que si tu no te hablas bien, no puedes esperar que los demás lo hagan. Recuerda que proyectas hacia fuera lo que tienes dentro.
- Cada vez que te des cuenta que te has tratado mal, que has dicho algo desagradable de ti o incluso que has pensado mal de ti, párate un momento. Pídete perdón, date un beso y te dices: “Lo siento, guapa, no te quería decir esto. Lo retiro. Te amo.”
- Pon un guardián imaginario en la puerta de tu mente y le ordenas que no deje pasar pensamientos de crítica, negativos, destructivos y similares.
El guardián los parará de una manera similar a esta: “Stop, Stop, Stop. Tú no entras aquí para nada porque estropeas la creatividad, la paz interior y la salud”.
Muchas gracias por leer mi artículo.
Janet Recasens
2 Responses
Moltes gràcies Janet per aquest articles què em serviran d:ajuda tu sempre pensant b nosaltres molts petons
Moltíssimes gràcies a tu, Lluïsa.
Gràcies per venir a les conferències, per llegir els llibres i per donar-me sempre el teu suport.
Molts petons per a tu, també