El artículo de hoy es una continuación del anterior, que si no has leído te recomiendo que lo hagas antes de seguir leyendo este: “Qué hacer ante una rabieta infantil (Primera parte)”
Si en el anterior artículo hablé lo que es una rabieta infantil, cómo prevenirla y qué hacer una vez ha explotado, en este voy a hablar sobre las causas que provocan pataletas y cómo evitarlas.
Cosas que acostumbran a provocar rabietas en les niñes.
- Rabietas para captar nuestra atención.
En algunos casos, les niñes hacen rabietas porque no perciben que les hacemos caso y hacen cualquier cosa para captar nuestra atención.
Este tipo de rabietas la podremos evitar si prestamos atención a le niñe sobre las cosas que hace cuando está tranquile, en momentos que aún no reclama nuestra atención. Por ejemplo, si la criatura está jugando tranquilamente en el comedor o en su habitación, podemos comentarle que nos gusta mucho verla jugar de esa manera y hasta le podemos dar un beso. Esto le demuestra que es visible para nosotres, que no necesita hacer nada para captar nuestra atención y que valoramos lo que hace, que es una persona importante para nosotres.
Si no lo hacemos así, y sólo le hacemos caso cuando hace una pataleta, le niñe va aprendiendo que si quiere captar nuestra atención (aunque nos enfadamos con elle) tiene que hacer una travesura o una pataleta porque elles quieren nuestra atención y, si no la obtienen habitualmente, harán cosas para captarla.

- Rabietas por hambre, sueño, cansancio… Evitar lo previsible.
Cuando mi hijo mayor era pequeño, su padre y yo sabíamos que hacia las ocho de la tarde ya empezaba a sentirse muy cansado y era la hora límite que teníamos para que Oriol cenara con calma y se fuera a dormir cansado, pero tranquilo. Esto quería decir que lo teníamos que bañar sobre las siete y media y tener su cena preparada a las ocho. Si, por aquellas cosas que a veces pasan, un día nos atrasábamos, teníamos garantizada una pataleta causada por el cansancio y por el hambre.
Estos tipos de rabietas las podemos evitar si procuramos tener las necesidades de hambre, sueño, sed… de nuestras criaturas cubiertas a tiempo, y no esperar a que lleguen al máximo de sus fuerzas.
Por eso es importante que tengas en cuenta los límites de tu hije, para que, por ejemplo, evites ir a comprar mucho rato y aún más cuando elle esté cansade, porque lo más probable es que en un momento u otro, pueda estallar.
Siempre que sea posible, deja a tu hije con alguien para que puedas ir a comprar con tranquilidad; pero si esto no pudiera ser, procura evitar la compra en los momentos en que elle esté más cansade. Si vas a comprar con elle, permitidle que ayude en la compra.
Deja que te ayude, que coja cosas que no pesen demasiado y las ponga en el carro. En el momento de salir, agradécele su ayuda y cómprale (de vez en cuando) alguna cosita para elle como muestra de este agradecimiento. Lo que conseguirás con esto es reforzar positivamente una conducta que os produce bienestar a todes.
No lleves a tus hijes durante mucho rato a lugares que no se encuentran preparados para elles, tales como restaurantes, tiendas, oficinas…, se cansarán y pueden terminar estallando.
Ten en cuenta que en esta etapa les niñes están desarrollando dos habilidades importantísimas: el lenguaje y el lenguaje a través del movimiento. Elles necesitan moverse y si queremos mantenerles durante bastante rato en un espacio en el que no puedan moverse mucho, lo pasaréis todes mal.
- Cuidado con la sobreprotección: es una fábrica de rabietas.
A menudo, tenemos tendencia a ver nuestres hijes más pequeñes de lo que realmente son, y eso provoca que les limitemos su deseo natural de ser autosuficientes.
Es importante que vayamos aprendiendo a dar a nuestres hijes las responsabilidades que puedan asumir en función de su edad.
A las criaturas (bueno, de hecho a todas las personas, tengamos la edad que tengamos) les gusta mucho sentirse y saberse útiles.
Muchas veces tenemos comportamientos sobreprotectores con nuestres hijes y esta sobreprotección les limita y ralentiza su maduración emocional.
Hay una historia que lo explica muy bien:
Había una vez una persona amante de los animales que un día descubrió una mariposa que salía del capullo y decidió ayudarla para ahorrarle sufrimiento, porque se dió cuenta de que al animal le estaba costando muchísimo salir de allí. Lo que pasó quedaba lejos de su propósito, porque la mariposa salió con las alas muy pequeñas y murió porque es justo el tránsito de salir del capullo lo que empuja el líquido vital del cuerpo de la oruga hacia las alas de la mariposa.
- El buen humor y la paciencia son clave para mantener la paz del hogar
Recuerdo una vez que mi hija pequeña se enfadó conmigo, y me lanzó, furiosa, un cojín del sofá. Tuve unos segundos de duda sobre qué hacer, regañarla y acabar mal, o fingir que no había captado sus intenciones y hacerle creer que acababa de interpretar su gesto como una invitación a una pelea de almohadas.
Opté por esta segunda opción, que resultó muy acertada. Ambas terminamos jugando y riendo en grande.
Con esto quiero decir que las personas adultas tenemos que ir aprendiendo a no tomarnos las cosas tan en serio y que es importante entrar en el mundo infantil.
Si te resulta difícil tomarte la vida con buen humor, te recomiendo que te entrenes. Mira películas y series, o escucha audios que te hagan reír. Busca y encuentra lo más te guste. Ahora tenemos una buena variedad de material para poder elegir, la mayor parte de él es gratuito.
Sobre todo, NUNCA te burles de la pataleta de tu hije ni del motivo que la ha provocado; aunque a nosotres eso nos parezca algo sin importancia, para elle, en aquellos momentos, tiene mucha.
Por favor, no te burles de su frustración, de su ira o de lo que ha provocado la pataleta ya que lo más normal es que esta acabe aumentando de intensidad, al sentirse menospreciade por las personas más importantes de su vida.
El buen humor y la burla no son sinónimos y menos cuando hablamos de niñes en etapa de crecimiento.
No responses yet