En el artículo de la semana pasada “Malos hábitos, buenos hábitos: esa es la cuestión (I)” escribí sobre lo que es un hábito y me centré en destapar algunos de los malos hábitos emocionales que practicamos una y otra vez y que nos conducen a tener una baja autoestima, entre otros problemas emocionales.
Hoy voy a enumerar algunos hábitos poco saludables y a comentarte cómo ir transformando estos hábitos nocivos en otros beneficiosos. Como todo lo interesante e importante, no son cosas que se puedan resolver de la noche al día, pero sí que te aseguro es que en cuanto empieces te irás sintiendo cada vez mejor.

Los malos hábitos emocionales nos llevan a tener una baja autoestima, entre otros problemas.
Más hábitos emocionales no saludables
- Mantener sentimientos de rencor y de culpa
Son de los tóxicos más potentes que existen a nivel emocional y a lo que estamos todavía muy enganchadas.
Es urgente que te vayas liberando de todos estos terribles saboteadores emocionales.
Si no sabes por dónde empezar, puedes dar un vistazo al artículo que escribí en este mismo blog: “Soltar y perdonar para tener paz interior (I)”
- Compararte con las demás personas
Ya que normalmente siempre nos comparamos a la baja, siempre salimos perdiendo.
Acostumbramos a ver que esa persona que tiene nuestra misma edad ha estudiado una carrera y tiene un montón de màsters; o tiene una vida de película, sobretodo reflejada en las redes sociales; o… pon aquí lo que se te ocurra.
Es el momento de decir: ¡Basta!
En lugar de enfocarte en todas esas cosas que ves en las demás personas, enfócate en lo que quieres lograr tú y muévete hacía allí.
- Mantener relaciones tóxicas
Cualquier persona con la que nos sentimos obligadas moralmente a estar a su lado, es una relación tóxica para ti y para ella.
Ha llegado el momento de seleccionar aquellas personas que sí quieres que estén en tu vida, haz esta elección desde el corazón y pensando amorosamente hacia ti.
Una vez tengas claro a quién quieres tener en tu vida y a quién no, es el momento de empezar a soltar a aquellas con las que estás porque no sabes cómo romper la relación.
Pide ayuda profesional o a amigas, pero toma la decisión de soltar lastre.
Hazlo por ti.
- No dedicarte tiempo a solas
Destina un espacio en tu agenda para quedar contigo. Es imprescindible para tu bienestar emocional que puedas pasar ratos a solas contigo, en un lugar agradable y sin nada que te moleste.
Escribe sobre ti, pregúntate qué puedes hacer por ti, cómo estás, qué te ocurre…
Háblate con mucho amor y mucho respeto. Escúchate con atención. Cuando ya tengas este hábito más consolidado, podrás hacerte preguntas sobre decisiones que necesitas tomar y encontrarás las respuestas.
Puedes ampliar información en el artículo que está en este mismo blog:
“Una cita con la persona más importante de tu vida: TÚ”
Una de mis frases preferidas de Louise Hay
Te has criticado a ti misma durante años y no ha funcionado. Prueba a halagarte y observa qué ocurre.

Las críticas más duras las recibimos de nosotras mismas. A nadie juzgamos tan duramente, y ya que no funciona ¡cambiémoslo!
Louise Hay siempre hacía mucho énfasis en la importancia de ponerte delante del espejo y decirte que te amas mucho. Esto es algo que a mi, al principio, me costaba mucho y sé que a varios de mis clientes les ocurre lo mismo.
Yo propongo ir progresivamente. ¿Qué te parece si, a partir de ahora, cada vez que te mires al espejo te haces un guiño o te sonries o haces algún otro gesto agradable hacia ti?
Con esto, de una manera inconsciente, empezarás a relacionar tu imagen con cosas agradables.
Cuando ya hagas esto frecuentemente y, por lo tanto, se haya convertido en un hábito agradable, es el momento de dar un paso más y decirte cada vez que veas tu imagen reflejada en un espejo o en un cristal: “¡Te quiero!”; si no hay nadie más cerca, dilo en voz alta; si estás con gente alrededor y te da algo de corte, dilo para ti. Eso sí, sea como sea, sonríete. Siempre regálate una sonrisa.
7 pasos para cambiar un mal hábito por uno saludable
- Detecta el mal hábito.
- Escribe y decide qué cambio vas a realizar para empezar a transformar este hábito.
- Toma 100% de responsabilidad en este cambio. Escribe en tu libreta: «Hoy decido…». El verbo «decidir» es muy poderoso porque es el que te pone en situación de poder respecto a tu vida.
- Al final del día escribe en tu diario personal si te estás siendo fiel y vas manteniendo el cambio que has decidido realizar.
- Enfócate en el resultado que deseas lograr. Si, por ejemplo, has decidido dejar de mirar tantas series de televisión para poder tener tiempo de estudio, enfócate en cómo te vas a sentir cuando logres terminarlos, qué puertas te van a abrir estos nuevos conocimientos, etc.
- Desde el momento en que decidas hacer el primer cambio, escríbete frases de ánimo y las distribuyes por tus lugares habituales para que puedas verlas. Frases del tipo: «¡Venga, que tú puedes!»; «¡Eres una campeona!; “¡Cada día lo haces mejor!», «¡Ánimo! Sé que no es fácil, pero ¡piensa en la recompensa!», etc.
- Cada vez que consigas cambiar un hábito y lo mantengas durante 21 días seguidos, como mínimo, FELICÍTATE Y HAZTE UN REGALO. Te lo mereces.
Hasta aquí el artículo de hoy.
Muchas gracias por leerme.
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